Capitulo 1. Quinta parte.
Estoy parado en el tráfico. Mientras espero a que marche me remoto la idea de pasarme por casa de Charlotte. El tráfico avanza. —¿Lo hago?, ¿No lo hago?. Nunca he estado tan indeciso en mi vida. Decidido, hire a la casa de Charlotte. Lo mas probable es que no vea a nadie. Pero mejor intentarlo.
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Parado en la puerta, miro a todas partes. La verdad tengo que admitir que estoy algo nervioso. Y para ser franco no tengo ni la menor idea el porque. Veo mi reloj que marca las 20:30. Puede que estén cenando y no quiero interrumpir. ¡Gideon! No as llegado hasta aquí para irte sin haberlo intentado.
Toco el timbre. Y una sensación de lo más extraña empieza a brotar por mis entrañas. Una sensacion de nervios. ¿Cómo será ella?, ¿Será como Charlotte?, ¿Cómo seran sus ojos?. Qué martirio. Nunca había estado tan nervioso por una chica que ni siquiera conozco.
La puerta se abre y detrás de ella aparece un hombre de media edad con un traje y unas gafas negras que hacen tapar sus ojos, diría que tiene los años de Lady Arista.
-Buenas noches, joven. ¿En que puedo servirle?
-Buenas noches. Venía a ver a la señorita Montrose.
-¿A la señorita Charlotte?. Discúlpeme, pero ella no se encuentra en estos momentos.
-No, no vengo a ver a Charlotte. Vengo a ver a su prima. ¿Se encuentra?
-Con que viene a ver a la señorita Sherpher. Lo siento pero en estos momentos esta indispuesta. Si quiere le digo que la vino a ver, joven, ¿Cómo se llama?
Lo que me temía, la chica no esta disponible. Y la verdad no se si alegrarme por eso.
-No, no se preocupe. Soy Gideon de Villiers. Pero por favor no le diga que e venido a verla.
-¿Con que usted es uno de los de Villiers?. Bien, no le dire nada a señorita. Pero digame: ¿como se conocen ustedes dos?
¡¡¡Rayos!!! ¿Y ahora que le digo? Piensa Gideon, piensa rapido. ¡Ya se!
-La conocí hace unos días en el parque. Tropece con ella por accidenté. Y quería hablar un rato con ella. Pero si esta indispuesta por favor, no pasa nada. Otro día la vendré a visitar. Pero por favor, no le diga que estuve aquí.
-Está bien joven. No le diré que estuvo aquí. Pero a mi usted no me engaña. Yo se que usted y la señorita Sherpherd no se conocen de nada. Pero como usted se ve un buen muchacho no le dire nada. Que tenga buena noche.
El señor, el cual me parecio el mayordomo de la casa cerro la puerta sin dejarme decir nada.
-Buenas noches a usted también—. Murmuré.
Pero ¿como? si soy el mejor engañando. Esto me desconcerta demasiado. Ni siquiera me dijo el nombre de la chica. Solo se dirigía a ella como Señorita Shepherd. Me arrepiento de no haber buscado en los anales o haberle preguntado a Mister Geoger. Pero más me arrepiento de haber venido. Eso creo, pero mañana después de elapsar buscare en los anales, y despues vendre de nuevo. No pienso rendirme, tengo que... necesito asegurarme de que mis sospechas no son ciertas. Pero por el momento lo mejor sera irme a casa, mañana sera un nuevo día.
Tengo que pasar por el supermercado, tengo la nevera como un desierto. No hay nada.
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Después de cenar algo, fui a tomarme una ducha de agua fría. Necesitaba despejarme un poco. Todo esto es muy extraño. Primero el sueño de esta mañana del cual no me eh podido olvidar, lo segundo el salto sin sentido que tuve y lo tercero que me haiga aparecido en casa de unos desconocidos, para ver a una chica que tampoco conozco. ¡Gideon! Ya para... ¿se puede saber porque tanto interes?.- Me grita mi subconciente.
Cuando salí de la ducha, me vestí y me pase los dedos por el cabello mojado. Tome mi teléfono que estaba sonando como loco, tenía nada mas y menos que 15 llamadas perdidas de Falk. ¿Pero que? ¿Para que me esta llamando?
Le devolví la llamada, al 2 tono contesta:
—¡Gideon! Tenemos problemas. Charlotte esta fuera de control, a empezado a romper cosas, y maldecir. Dice que tiene fuertes mareos y que no entiende: cómo es que todavía no a saltado. Esta fuera de control y no sabemos como pararla. ¿Crees que puedas venir de inmediato?. Tal vez tu puedas ayudarla a que se controle.
Me quede callado un buen rato. ¿Que Charlotte esta fuera de control?, ¿Pero como es eso?
-Esta bien, voy para aya-. Límete a decir. —Pero traten no sé, de darle algún sedante para que se duerma. O no se. No sean tontos. No siempre van a necesitar de mi-. Dije.
—Hemos hecho lo posible. Solo ven tal vez a ti si te escuche.
Se termino la llamada...
¿Sera posible? No siempre estaran a mi disposición. ¿Que le habra dado a la perfecta Charlotte para que se ponga de esa manera?. Ella nunca hace ese tipo de cosas. Mejor me doy prisa. Espero por lo menos que se valla calmado un poco en lo que yo llego.
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Cuando llegue a la logia todo estaba muy sereno. Así se veía por el momento. Cuando entre a la sala del Dragón un jarron de flores casi me pega en la cabeza. Tuve buenos reflejos y el dichoso jarrón salió por la puerta.
—¿Por qué? ¿Por qué no pasa?. No lo entiendo. Se supone que ya debería haber tenido mi primer salto—.Decía Charlotte mientras lloraba y tomaba más cosas para arrojarlas por doquier. ¡¿Pero es qué se volvio loca?!
—¡¡¡Charlotte!!!-. le grite
—¡¡¡Gideon!!! Cuando me vio se abalanzo sobre mi y me abrazo con fuerza. No pude hacer otra cosa que devolverle el abrazo. —No lo entiendo, ¿por que no pasa?. Dice mientras solloza.
Vi a el Dr. White que cargaba con una jeringa en las manos. Creo que eso es algún tipo de sedante. Le indiqué con la mirada que se acercara. Y el asintió. Lentamente iba acercandose, sin que ella se diera cuenta.
—Charlotte. Le tome la barbilla para que me mirara.- Pasara cuando tenga que pasar. ¿Por que as hecho todo esto?
No pudo responderme. El Dr. White le inyectó el sedante antes de que me pudiera responder. Si no hubiera sido porque la tenía sujeta, hace rato se hubiera dado su buen golpe con el suelo. —Eso sí que fue rápido.
—Listo. Se acabó el problema. Eso la mantendrá dormida por el resto de la noche-. Dijo el doctor White en tono cansado.
—Por fin... -dijo mi tío dejándose caer en el sillón de cuero que ahí en el fondo de la sala. -Cuando su madre y su abuela se fueron. Empezo a decir cosas sin sentido. Para después levantarse y empezar a tirar cosas por todas partes. Tratamos de calmarla pero cada vez que nos acercabamos nos terminaba tirando algo. Unos de los vigilantes termino con un vaso en la cabeza. Por eso estaba llamandote como loco, pero tu no respondias.
—Lo siento. Me estaba dando una ducha. Ahora que hago con ella—. Todavía tenia a Charlotte en brazos.
—Ve y llevala a una de las habiataciones. Luego vuelves-. Me ordenó mi tío.
Asentí y salí de la Sala.
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Deje a Charlotte en una de las habitaciones que había libre y me volví con mi Falk.
Llegue a la Sala del Dragón y me sente en uno de los sillones.
—¿Por que creen que lo hizo? No le encuentro ninguna logica por más que busque y busque.- dije muy confundido.
—Eso mismo quisieramos saber nosotros. Nunca la había visto así, pobre muchacha. -dijo mi tio.
Estuvimos hablando un buen rato de lo sucedido con Charlotte, mi salto sin control y mas cosas sobre la logia...
Al final decidimos no contar lo sucedido a la familia de Charlotte, por el bien de todos.
—¿Qué hora es?-. Pregunté.
Vi el reloj que estaba en la pared, marcaba las 3:38am. —¿Tan tarde se hizo?. A lo que veo al final me tendre que quedar a domir aquí.
—Bueno, yo ya me marcho—. Dijo el Dr. White. —Que tengan buena noche.
—Gracias, y buenas noches a usted también—. Respondimos mi tío y yo a la vez.
Cuando el Dr. White salió de la Sala del Dragón, tuve que levantarme del sillón al sentir un fuerte tirón en el estomago. No puede ser cierto, otra vez no.
—¿Que te pasa Gideon?- pregunto mi tío preocupado.
—Creo que voy a tener otro salto descontrolado.
Lo último que pude escuchar fue: —No puede ser.
Y aquí estaba de nuevo en vete a saber que año. Mire a mi alrededor, pero no había nadie. Cosa que me extrañó bastante ya que habia velas encendidas y esta sala siempre esta ocupada por algún que otro vigilante. ¿En que época estare?.
Di vueltas por toda la sala para encontrar alguna pista que me dijera en que epoca me encontraba. Pero no encotre nada. Solo que en vez de sillones de cuero y luces. Habían velas colgadas por todas partes y los muebles todos eran muy viejos. Eso no me daba ninguna pista.
Escuche un ruido que provenia de afuera. Me acerque a la puerta para poder escuchar mejor. Parecía una discusión entre dos personas.
—Estoy harta. Me quiero marchar ya. ¿Cuanto falta para que saltemos de vuelta? ¿Crees que nuestro plan valla a funcionar? —. Era la voz de una mujer.
—Faltan 20 minutos para volver. Tranquila pequeña estoy seguro que nuestro plan va como lo planeamos.
-Paul...
¡¿Dijo Paul?! No lo dude ni 1 minuto. Salí como alma que se lleva el diablo de la habitación. Y si eran esos dos. ¿Pero que hacen aquí?
—¿Qué hacen ustedes dos aquí?—pregunte fulminándolos con la mirada.
—¿Gideon? Nosotros... - dijo Lucy
—No, ¿Que haces TÚ aquí? -pregunto Paul. El no estaba furioso. Mas bien estaba confundido y preocupado.
-¡Respóndame!- grite.
Maldición, tuve que contenerme para no avalanzarme y golpearle en toda la cara. Por la maldita culpa de esos dos, es que estoy en este lío. Si no hubiese sido por ellos no tendría la estupida misión de recorrer los tiempos en busca de la sangre de los viajeros.
—Ya veo que sigues igual de engreído como siempre. Mira muchacho te lo volveré a decir, aunque sé que no me harás caso. No te confíes de nadie en la logia. Y mucho menos del Conde—.Dijo Paul antes de añadir:— ¿ya a saltado el Rubí?
Y este para qué quiere saber si ya a saltado Charlotte. Claro, lo más probable es que quiere su sangre para incorporarla en el cronógrafo robado.
—Y eso que les importa a ustedes. ¿Quieren robar su sangre? Porque si es así lo tenéis bien claro. No se lo vamos a permitir. Y a mí no me prohiban nada.
—Lo que me temía—. Dijo mientras negaba con la cabeza. —Como quieras. Deja que pasen los días te darás cuenta de porque hicimos todo esto.
Sentí esa sensación tan conocida en el estomago. Voy a volver a saltar.
—Nos volveremos a ver-. Dije antes de desvanecerme en una luz blanca, para luego aterrizar en la entrada de la Sala.
La puerta estaba cerrada. Me imagino que debe de haber más de 20 vigilantes reunidos como locos por mi salto descontrolado. Bueno, aquí voy.
—Regrese-. Dije abriendo la puerta.
Mi tío me examino de arriba abajo. Estaba solo. Qué raro. Si lo más común era que esta sala estuviese rebozada por los vigilantes.
—Estuviste afuera por 20 minutos exactamente. Igual que la está tarde. ¿Viste a alguien?
¿Le digo que me encontré con Lucy y Paul? Si, será mejor decirle.
—Sí, me encontré con Lucy y Paul.
Al oír esos nombres mi tío se levanto de un tirón del sillón.
—¡¿Cómo?!, ¿sabes en qué año te encontrabas? —pregunto.
-No, no sé en qué año me encontraba. Estaba demasiado furioso cuando los vi. Estaban hablando de un plan. No sé con certeza que es lo que están tramando. Pero algo se traen entre manos. No les pude preguntar sobre el tema porque volví a saltar.
No quería provocar ningún tipo de problemas. Mejor no le digo lo que me dijeron en realidad.
Mi tío no hizo otra cosa más que negar con la cabeza. —Mañana hablaremos de esto. Solo tienes dos horas para descansar. Te quedarás aquí.
Asentí y me retire de la Sala, dejando a mi tío completamente solo.
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Dando vueltas, vueltas y vueltas por toda la habitación. Decidí en emprender una pequeña aventura por la logia. Quería revisar los anales.
Buscando entra la inmensa libreria de la sala localice un libro que me llamo mucho la atención. Era un libro grueso, de color marrón oscuro y letras doradas en las cuales decía "La familia Montrose".
—¡Perfecto!-. exclamé.
Ya me estaba cansando de no encontrar nada en ese libro. Todas las páginas solo hablaban de Charlotte. Es como si ese libro lo hubiese escrito la loca de su madre. Pero llegando al final del libro, hubo algo que me llamo mucho la atención. Había una página que estaba pegada con otra. Lentamente la fui despegando con mucho cuidado de no romperla. Al despegarla pude leer:
De los Anales de los Vigilantes
10 de octubre de 19994
De vuelta de Durham, donde he visitado a la hija menor de Lord Montrose, Grace Shepherd, que de forma inesperada dio a luz anteayer a su hija. Todos nos alegramos del nacimiento de
Gwendolyn Sophie Elizabeth Shepherd
2. 460 g, 52 cm
La madre y la niña se encuentran bien. Nuestra más sinceras felicitaciones al gran maestre por el nacimiento de su quinto Nieto.
Informe: Thomas George, Circulo Interior.
—Por fin lo encontré—. dije.
Cerré el libro y lo deje donde lo encontré. Mañana tratare de preguntarle a Mister George por ¿Wendy?. Creo que no se llama así. Pero que más da, algo encontré.
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Hola, Hola meine Lieben 💘🎊! Discúlpenme por no haber subido Capitulo antes. Pero he estado súper atraída con respecto al colegio. Tengo exámenes hasta el 21 de Junio. Y lo más probable es que no suba Capitulo hasta después de esa fecha.
Pero tratare de subir un capítulo la semana que viene.
Les mando un beso ¡ENORME! Lleno de alegría. 😉😊
Aquí les dejo el link de la película de Zafiro, es ESPAÑOL!! Espero que les guste 😊
Nos vemos en el proximo capitulo ;)